Ferdinando Banchini nació en 1932 en Roma, donde reside.
Entre otros libros, ha publicado: Oscillazioni, Attese y Undici poesie.
NUBES
Desde los montes de oriente surgen cúmulos cándidos túrgidos
continuamente cambiantes, masas de torres cúpulas alturas,
fantásticas moles que pasan sobre las colinas sobre los pueblos sobre los campos,
reflejadas en el agua, veloces,
mientras sus márgenes se desflecan ligeros en el golfo profundo de azul plateados.
Y aún en el viento en el sol velas hinchadas
empujan avanzan dilatándose en bordes de luz, abriéndose
en la incorrupta claridad infinita.
Oh si irrumpieran allí imprevistos ángeles relampagueantes
de cabeza sobre nosotros sombras clavadas que fingen vivir.
NUBI
Dai monti d'oriente sorgono cumuli candidi turgidi
continuamente cangianti, ammassi di torri cupole alture,
fantastiche moli trascorrenti sui poggi sui borghi sui campi,
a specchio sull'acque veloce,
mentre lembi si sfioccano leggeri nel golfo profondo d'azzurro argentei.
E ancora nel vento nel sole vele rigonfie
urgono avanzano dilatandosi in orli di luce, aprendosi
nell'incorrotta chiarità infinita.
Oh ne irrompessero improvvisi angeli balenanti
a capofitto su noi ombre inchiodate a fingere la vita.
Entre otros libros, ha publicado: Oscillazioni, Attese y Undici poesie.
NUBES
Desde los montes de oriente surgen cúmulos cándidos túrgidos
continuamente cambiantes, masas de torres cúpulas alturas,
fantásticas moles que pasan sobre las colinas sobre los pueblos sobre los campos,
reflejadas en el agua, veloces,
mientras sus márgenes se desflecan ligeros en el golfo profundo de azul plateados.
Y aún en el viento en el sol velas hinchadas
empujan avanzan dilatándose en bordes de luz, abriéndose
en la incorrupta claridad infinita.
Oh si irrumpieran allí imprevistos ángeles relampagueantes
de cabeza sobre nosotros sombras clavadas que fingen vivir.
NUBI
Dai monti d'oriente sorgono cumuli candidi turgidi
continuamente cangianti, ammassi di torri cupole alture,
fantastiche moli trascorrenti sui poggi sui borghi sui campi,
a specchio sull'acque veloce,
mentre lembi si sfioccano leggeri nel golfo profondo d'azzurro argentei.
E ancora nel vento nel sole vele rigonfie
urgono avanzano dilatandosi in orli di luce, aprendosi
nell'incorrotta chiarità infinita.
Oh ne irrompessero improvvisi angeli balenanti
a capofitto su noi ombre inchiodate a fingere la vita.