Elio Filippo Accrocca nació en Cori (Latina) en 1923 y murió en Roma en 1996.
Entre otros libros, ha publicado: Portonaccio, Il superfluo y Roma così.
TAMBIÉN LOS ÁRBOLES ANTES ERAN CRUCES
También los árboles antes eran cruces.
Colgados de las ramas de sombra agonizaban
mis hermanos, el sol dentro de los ojos.
Perdida estaba del alma la efigie
humana, desconocida cada palabra
de amor era entre los semejantes, desaparecidas
por completo del hombre la semilla y la medida.
Todo pasó en delirio: la memoria,
turbio lago donde fluye el corazón,
será espejo de imágenes y de nombres.
Vuelvo a descubrir los muertos uno a uno,
desatendidas cenizas, para decir de nuevo
el nombre de los compañeros como en una
secreta antología.
ANCHE GLI ALBERI UN TEMPO ERANO CROCI
Anche gli alberi un tempo era croci.
Appesi ai rami d'ombra agonizzavano
i miei fratelli, il sole dentro gli occhi.
Perduta era dell'anima l'effigie
umana, sconosciuta ogni parola
d'amore era tra i simili, scomparso
tutto dell'uomo il seme e la misura.
Tutto passò in delirio: la memoria,
torbido lago ove affluisce il cuore,
sarà specchio d'immagini e di nomi.
Torno a scoprire i morti ad uno ad uno,
incustodite ceneri, a ridire
il nome dei compagni come in una
segreta antologia.