Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2019

VITTORIO SERENI

Vittorio Sereni nació en Luino (Varese) en 1913 y murió en Milán en 1983. Entre otros libros, ha publicado: Frontiera , Diario d'Algeria y Gli strumenti umani . SERÁ EL TEDIO de los días largos y tórridos pero hoy la pequeña Laura está verdaderamente fastidiosa. Déjalo ya  – digo  – si no... con reprimida ferocidad retorciéndole despacio el bracito. No me haces daño no me haces daño, me desafía con su cantinela mirándome de abajo arriba petulante pero ya a punto de lagrimear, ni siquiera lloro, ¿ves? Veo. Pero es al ángel  negro del exterminio al que ahora veo resplandeciente en sus arreos de muerte y vuelto hacia él en éxtasis al niñito judío invitándolo al juego de la masacre. SARÀ LA NOIA dei giorni lunghi e torridi ma oggi la piccola Laura è fastidiosa proprio. Smettila – dico – se no… con repressa ferocia torcendole piano il braccino. Non mi fai male non mi fai male, mi sfida in cantilena guardandomi da sotto in su petulante...

MARIA LUISA SPAZIANI

Maria Luisa Spaziani nació en Turín en 1922 y murió en Roma en 2014. Entre otros libros, ha publicado:  Geometria del disordine ,  La stella del libero arbitrio  y  La luna è già alta . ¿CONOCEN...? ¿Conocen el rostro profundo del rencor los hombres que viven de fruto y nunca fueron flor? SANNO...? Sanno il volto profondo del rencore gli uomini che vivono da frutto e mai furono fiore?

LORENZO SPURIO

Lorenzo Spurio nació en Jesi (Ancona) en 1985. Entre otros libros, ha publicado: Neoplasie civili , Le acque depresse y Pareidolia . HE COMPRENDIDO POR QUÉ Las dudas se habían despejado, la cafeína ya estaba petrificada y el mar se teñía de un fuerte amaranto. El viento lo habría corroído todo como una lluvia sulfúrica y los órganos hemorrágicos se habrían machacado y licuado pudriendo el aire. He visto a un niño con extraños cardenales en el rostro y he comprendido por qué el mar era púrpura. HO COMPRESO PERCHÉ   Gli indugi erano stati sciolti, la caffeina era ormai pietrificata e il mare si tingeva d’un forte amaranto.  Il vento avrebbe corroso tutto come una pioggia solforica e gli organi emorragici si sarebbero spappolati e liquefatti marcendo l’aria.  Ho visto un bambino con strani lividi al volto e ho compreso perché il mare fosse purpureo .