Edoardo Carella nació en 1943 en Colleferro (Roma) y reside en Castellaneta (Tarento).
Entre otros libros, ha publicado: Le stagioni di sempre, Le formazioni y Le condizioni.
TRANSPARENCIA
Nuestro lugar tiene pliegues de hielo
y así se reformulan las hipótesis
mientras se difunde desde ti
aquel acre olor de hierbas pisoteadas.
Algo en tanto prolonga el gesto
en el vacío. Dejamos que quede de nosotros
inexpresada la imagen (o su transparencia).
Y quieras o no las continuas mediaciones
devuelven acaso a las extrañas carreras
de antaño, a las alegorías de los silencios
cuando, jugando, tocaba imitar
la apertura de las conchas (el juego
si era difícil gustaba). En cambio
como un presagio vuelves a mí.
Y así te siento. Tampoco falta tiempo
para remediarlo. Pero se pierde el deseo
y todo termina en risa.
Como si no fuera nada reírse de uno mismo.
TRASPARENZA
Il luogo nostro ha grinze di gelo
e tali si riformulano le ipotesi
mentre dilaga da te
quell’acre odore di erbe pestate.
Qualcosa frattanto prolunga il gesto
nel vuoto. Lasciamo che resti di noi
inespressa l’immagine (o la sua trasparenza).
E vuoi non vuoi le continue mediazioni
riportano semmai alle strane corse
d’un tempo alle allegorie dei silenzi
quando così per gioco toccava mimare
uno schiudere di gusci (il gioco
se difficile piaceva). Invece
come un presagio mi torni.
E tale ti sento. Né il tempo mancar
per rimediare. Ma si perde la voglia
e tutto finisce sul ridere.
Come fosse niente ridere di sé.
Entre otros libros, ha publicado: Le stagioni di sempre, Le formazioni y Le condizioni.
TRANSPARENCIA
Nuestro lugar tiene pliegues de hielo
y así se reformulan las hipótesis
mientras se difunde desde ti
aquel acre olor de hierbas pisoteadas.
Algo en tanto prolonga el gesto
en el vacío. Dejamos que quede de nosotros
inexpresada la imagen (o su transparencia).
Y quieras o no las continuas mediaciones
devuelven acaso a las extrañas carreras
de antaño, a las alegorías de los silencios
cuando, jugando, tocaba imitar
la apertura de las conchas (el juego
si era difícil gustaba). En cambio
como un presagio vuelves a mí.
Y así te siento. Tampoco falta tiempo
para remediarlo. Pero se pierde el deseo
y todo termina en risa.
Como si no fuera nada reírse de uno mismo.
TRASPARENZA
Il luogo nostro ha grinze di gelo
e tali si riformulano le ipotesi
mentre dilaga da te
quell’acre odore di erbe pestate.
Qualcosa frattanto prolunga il gesto
nel vuoto. Lasciamo che resti di noi
inespressa l’immagine (o la sua trasparenza).
E vuoi non vuoi le continue mediazioni
riportano semmai alle strane corse
d’un tempo alle allegorie dei silenzi
quando così per gioco toccava mimare
uno schiudere di gusci (il gioco
se difficile piaceva). Invece
come un presagio mi torni.
E tale ti sento. Né il tempo mancar
per rimediare. Ma si perde la voglia
e tutto finisce sul ridere.
Come fosse niente ridere di sé.