Margherita Guidacci nació en Florencia en 1921 y murió en Roma en 1992.
Entre otros libros, ha publicado: Una breve misura, Il buio e lo splendore y Anelli del tempo.
INYECCIÓN VESPERTINA
Este
es el pelotón que siembra la paz
en la
punta de la jeringa.
En un
rumor confuso
se alzan
nuestros demonios
y van
a esperarnos
un poco
más allá, hacia el alba.
Sigue
un vacío escarpado
como
de fiebre de pronto caída.
El cansancio
es de plomo.
Cada
manecilla inmóvil, vertical.
¡Qué
leve fue la punzante gracia!
“Póngase
de lado, pronto, es todo.”
Y
el alma
fue
amainada más fácilmente
que
cualquier vela o bandera.
INIEZIONE
SERALE
Ecco il bianco drappello che semina la pace
in punta di siringa.
In un fruscio confuso
si levano i nostri demoni
e vanno a aspettarci
un po’ più in là, verso l’alba.
Subentra un vuoto dirupato
come di febbre ad un tratto caduta.
La stanchezza è di piombo.
Ogni lancetta immota, verticale.
Come fu lieve la pungente grazia!
“Voltatevi di fianco, presto, è tutto”.
E l’anima
più facilmente fu ammainata
di qualsiasi vela o bandiera.